La "alta cultura", para que pueda asumir tan elevado apelativo, tiene que ser checoslovaca, ucraniana, finlandesa, húngara o rusa (preferiblemente de Vladivostok).
Entre la cultura alta y la popular hay diálogos, pasajes, comunicación y transferencia. Abundan los ejemplos de cómo lo que hoy consideramos alta cultura se ha nutrido de lo popular y, a la inversa, cómo formas de circulación de lo popular se han convertido en alta cultura”.
Sin embargo, es necesario sostener el conflicto entre la cultura popular y cultura alta porque vivimos en sociedades desiguales y con formas de exclusión brutales, y no creo que estas divisiones sociales puedan existir sin estar plasmadas de alguna forma en el ámbito de la cultura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario